El calcio es uno de los minerales más importantes para mantener la salud general, desempeñando un papel vital no solo en la formación y conservación de huesos fuertes, sino también en el correcto funcionamiento del corazón, los músculos y el sistema nervioso. Según la Clínica Cleveland, el calcio es el mineral más abundante en el cuerpo humano; más del 99 % se almacena en huesos y dientes, lo que les proporciona estructura y fuerza. El 1 % restante, aunque en pequeñas cantidades, es fundamental para procesos esenciales como la contracción muscular, la transmisión nerviosa y la circulación sanguínea.
Dado que el cuerpo no puede producir calcio por sí solo, debe obtenerse a través de la dieta, bebidas o suplementos. Alimentos como los lácteos, las verduras de hoja verde, las almendras y las leches vegetales fortificadas son fuentes conocidas de calcio. Sin embargo, muchas personas desconocen que ciertos alimentos y bebidas pueden interferir con la absorción de calcio o causar su pérdida con el tiempo, lo que provoca debilitamiento de los huesos y un mayor riesgo de fracturas.
Continúa en la página siguiente
