Se utiliza a menudo en prácticas como la reflexología, los mudras (yoga de manos) y la terapia de movilidad articular, pero no necesitas ser un experto en ninguna de ellas para beneficiarte.
Es sencillo, seguro y toma menos de un minuto.
1. Alivia la rigidez articular y mantiene la flexibilidad
Muchas personas mayores viven con cierto grado de rigidez en las manos, especialmente por las mañanas o después de períodos de inactividad. Con el tiempo, la artritis, el envejecimiento o las tensiones repetitivas pueden reducir la flexibilidad de las articulaciones y los ligamentos de los dedos.
Estirar suavemente el dedo anular ayuda a:
Lubricar las articulaciones al promover el movimiento del líquido sinovial
Mantener los ligamentos flexibles y reducir la rigidez
Mantener la amplitud de movimiento, facilitando las tareas diarias
Hacer este pequeño estiramiento a diario puede ayudar a aliviar la rigidez matutina y hacer que tus manos se sientan más ágiles a lo largo del día.
2. Mejora la circulación en los dedos
Con la edad, es común que el flujo sanguíneo disminuya, especialmente en las manos y los pies. Medicamentos, problemas de circulación o enfermedades crónicas pueden provocar dedos fríos, entumecimiento o molestias.
Este estiramiento del dedo anular puede:
Estimular el flujo sanguíneo a las yemas de los dedos
Aportar oxígeno y nutrientes a los tejidos
Acelerar la curación de pequeños rasguños, moretones o inflamación articular
Reducir la sensación de frío o hormigueo, especialmente durante los meses más fríos
Una mejor circulación se traduce en manos más cálidas, piel más sana y menos molestias durante el día.
3. Estimula las terminaciones nerviosas y la conexión cerebro-cuerpo
¿Sabías que el nervio cubital, que controla gran parte de la motricidad fina, recorre los dedos anular y meñique?
Al presionar y sostener suavemente el dedo anular, puede:
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