Los filetes de col china rellenos con pollo y champiñones representan una innovación culinaria extraordinaria que transforma un vegetal cotidiano en una comida espectacular, nutritiva y baja en carbohidratos. Este plato ingenioso combina la dulzura sutil y la textura tierna del repollo chino con un relleno sabroso y jugoso de pollo rallado, champiñones aromáticos y vegetales frescos, todo coronado con queso derretido dorado que crea una experiencia gastronómica completa. Perfecto para quienes buscan opciones saludables sin sacrificar sabor ni satisfacción, este plato es ideal para dietas bajas en carbohidratos, planes de alimentación consciente o simplemente para sorprender a la familia con una presentación original y elegante. La col china, también conocida como repollo Napa, ofrece la base perfecta con su sabor suave, textura delicada y capacidad de absorber maravillosamente los sabores del relleno durante el horneado. Descubra cómo convertir ingredientes simples en una creación culinaria que impresiona visualmente y deleita el paladar.
Ingredientes
Para la Base de Repollo:
1 repollo chino grande (repollo Napa) (aproximadamente 2-2,5 libras / 900-1100 gramos) – La estrella del plato que proporciona la estructura comestible y nutritiva. El repollo chino es más suave, dulce y tierno que el repollo común, con hojas alargadas de color verde pálido a amarillento que se vuelven extraordinariamente tiernas al hornear. Rico en vitamina C, vitamina K, ácido fólico y fibra, este crucífero bajo en calorías aporta beneficios antioxidantes mientras sirve como recipiente natural perfecto para el relleno.
2 cucharadas de aceite de oliva (30ml) – Necesario para pincelar los filetes de repollo, creando una superficie dorada, ayudando a la caramelización durante el horneado y añadiendo grasas saludables monoinsaturadas que benefician la salud cardiovascular.
Sal y pimienta negra al gusto – Los sazonadores esenciales que realzan el sabor natural del repollo y preparan la base para recibir el relleno sabroso.
Para el Relleno:
10,5 onzas de filete de pollo congelado (300 gramos), descongelado y rallado – La proteína principal magra que proporciona sustancia, textura desmenuzable perfecta para el relleno y ese sabor suave que se complementa maravillosamente con los vegetales y especias. El pollo rallado congelado es conveniente, pero puede usar pechuga de pollo fresca rallada o finamente picada.
8 onzas de champiñones (225 gramos), cortados en rodajas – Añaden profundidad umami al relleno, textura carnosa, sabor terroso característico y beneficios nutricionales incluyendo vitamina D, selenio y antioxidantes. Los champiñones también aportan humedad al relleno sin añadir grasa.
1 huevo grande – El agente ligante fundamental que une todos los componentes del relleno, proporciona estructura durante la cocción y añade proteína adicional de alta calidad.
2 cucharadas de crema agria (30 ml) – Aporta cremosidad, humedad, sabor lácteo ligeramente ácido que equilibra los demás ingredientes y ayuda a mantener el relleno jugoso durante el horneado.
1 tomate mediano cortado en cubitos – Añade jugosidad, color rojo vibrante, sabor fresco, licopeno antioxidante y vitamina C, creando bolsas de frescura en el relleno.
1 pimiento rojo mediano, finamente picado – Aporta dulzor natural, color brillante, textura crujiente que contrasta con el pollo suave, y vitamina C abundante que potencia la absorción del hierro del pollo.
3 cebollas verdes, finamente picadas – Proporcionan sabor fresco y suave, menos intenso que la cebolla común, con un toque aromático que permea todo el relleno sin dominar otros sabores.
1/4 taza de perejil fresco picado (15 gramos) – Añade frescura herbácea, color verde vibrante, vitaminas A y C, y ese toque de sabor brillante que eleva el plato de simple a sofisticado.
2-3 dientes de ajo picados – El componente aromático esencial que aporta profundidad de sabor, propiedades antibacterianas naturales y ese carácter distintivo que hace irresistible cualquier relleno.
2,8 onzas de queso duro (80 gramos), rallado – El toque final que se derrite creando una capa dorada y burbujeante sobre los filetes, añadiendo sabor salado, calcio y proteínas adicionales. Puede usar cheddar, parmesano, gruyère o cualquier queso duro de su preferencia.
1 cucharadita de pimentón – Añade color rojizo atractivo, sabor ligeramente dulce y ahumado, y un toque de calidez sin picante excesivo que complementa perfectamente el pollo.
Sal y pimienta negra al gusto – Los sazonadores fundamentales que equilibran y realzan todos los sabores del relleno.
Preparación
Etapa 1: Precaliente el horno a 180°C (356°F). Esta temperatura moderada permite que el repollo se cocine hasta quedar tierno sin quemarse, mientras el relleno se cocina completamente. Prepare una bandeja para hornear grande cubriéndola con papel pergamino para evitar que los filetes se peguen y facilitar la limpieza posterior.
Etapa 2: Comience preparando el repollo chino. Retire y descarte las hojas exteriores que puedan estar dañadas o marchitas. Lave bien el repollo bajo agua fría. Con un cuchillo afilado grande, corte el repollo transversalmente en rodajas de aproximadamente 1,5 pulgadas (4 centímetros) de grosor. Este grosor es crucial: demasiado delgado y el repollo no sostendrá el relleno; demasiado grueso y no se cocinará uniformemente.
Etapa 3: Con cuidado, localice el núcleo duro en el centro de cada rodaja. Con un cuchillo pequeño afilado, corte y retire el núcleo manteniendo el resto de la rodaja intacta. Las capas de hojas deben permanecer unidas formando un disco natural perfecto para recibir el relleno.
Etapa 4: Coloque las rodajas de repollo sobre la bandeja preparada, dejando espacio entre ellas para que el aire circule y se cocinen uniformemente. Con una brocha de cocina, pincele generosamente cada rodaja con aceite de oliva, cubriendo tanto la parte superior como los lados. Sazone cada filete con sal y pimienta negra al gusto.
Etapa 5: Mientras el repollo se prepara, elabore el relleno. Asegúrese de que el pollo congelado esté completamente descongelado. Rállelo usando el lado grueso de un rallador de caja o pique muy finamente con un cuchillo. El pollo rallado se integra mejor en el relleno que trozos grandes.
Etapa 6: En un tazón grande, combine el pollo rallado con los champiñones cortados en rodajas finas. Añada el huevo batido y las dos cucharadas de crema agria. Mezcle bien estos ingredientes base.
Etapa 7: Incorpore al tazón el tomate cortado en cubitos pequeños, el pimiento rojo finamente picado y las cebollas verdes picadas. Añada el ajo picado y la mitad del perejil fresco picado (reserve el resto para decorar al final).
Etapa 8: Sazone el relleno generosamente con la cucharadita de pimentón, sal y pimienta negra al gusto. Mezcle vigorosamente con una cuchara grande o con las manos hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados y la mezcla sea homogénea.
Etapa 9: Divida la mezcla de relleno uniformemente entre todos los filetes de repollo preparados. Coloque una porción generosa sobre cada rodaja, distribuyendo el relleno hacia los bordes pero sin sobrecargarlo. Presione suavemente con el dorso de una cuchara para asegurar que el relleno se adhiera bien al repollo y penetre ligeramente entre las capas.
Etapa 10: Introduzca la bandeja en el horno precalentado y hornee durante 25 a 30 minutos. Durante este tiempo, el repollo se ablandará volviéndose tierno, el pollo se cocinará completamente y todos los sabores se fusionarán maravillosamente.
Etapa 11: Después de 25-30 minutos, retire cuidadosamente la bandeja del horno. Espolvoree uniformemente el queso rallado sobre cada filete relleno, cubriendo completamente la superficie del relleno. Regrese la bandeja al horno y continúe horneando durante 5 a 10 minutos adicionales hasta que el queso se derrita completamente, burbujee activamente y adquiera un color dorado apetitoso.
Etapa 12: Retire del horno y deje reposar durante tres a cinco minutos. Justo antes de servir, decore cada filete con el perejil fresco picado restante espolvoreado generosamente sobre el queso derretido. Sirva inmediatamente mientras está caliente.
