11️⃣ Infecciones cutáneas o por hongos
Los niveles altos de azúcar favorecen el crecimiento de bacterias y hongos, sobre todo en zonas húmedas como las axilas, la ingle o debajo del pecho.
12️⃣ Cambios de humor
Las variaciones en la glucosa pueden afectar el estado de ánimo y la concentración, provocando irritabilidad, ansiedad o depresión.
